La propuesta “La Lucha 1958: Catálogo de Propuestas para un Relato Urbano en Progreso “resulta ganadora del Concurso de Proyectos Participativos CCScity450 Comunidades, convocatoria realizada en el 2019 por Fundación Espacio, en el marco del proyecto CCScity450. Parte del equipo de Caracas Reactiva estuvo conformado por los arquitectos Ricardo Sanz, Alba Izaguirre, Marx Avendaño, Eloisa Blanco y la sociólogo Teresa Sosa. Para la implementación del proyecto se contó con la colaboración de numerosos aliados, entre los cuales destacan las alianzas académicas con Universidad Simón Bolívar, Universidad Central de Venezuela, la escuela María Angélica Lusinchi, el Comedor El Nazareno, Circuito Gran Cine, los Consejos Comunales La Cruz, El Mobe y El Bulevar, las empresas Bibenchi, Inter C. A., Jackrom C. A. y el apoyo de la Alcaldía de Sucre.
La C08 Comunidad La Lucha se desarrolla en medio de un área industrial y comercial en Boleíta Norte, con su borde comercial y residencial frente a la avenida Rómulo Gallegos, donde se diferencia el acceso principal enmarcado por un arco entre fachadas, enfatizando el inicio del Bulevar El Carmen. Este bulevar es la principal vía peatonal de unos 6 m. de ancho, usualmente invadido de automóviles estacionados frente a las fachadas y los accesos de las viviendas autoconstruidas (de dos y cuatro pisos). En el segmento final del Bulevar, con visión cerrada contra la fachasdas de viviendas y la escuela local, se puede distiguir una vitrina elevada con la figura de un Nazareno, ícono que brinda identidad a La Lucha. Finalmente, la U. E. E. María Angélica Lusinchi, remata el espacio de esta vía peatonal y sirve como rótula para darle continuidad hacia una sección del bulevar de menor escala.
La calle posterior, la avenida Sanatorio del Ávila, acceso vial a la zona industrial de Boleíta, deviene en un callejón vial estrecho y curvo que permite otras conexiones a las viviendas que se sirven como racimos de pequeñas callejuelas para acceder a ellas. Otros callejones de distribución secundarios, ramificaciones estrechas con poca iluminación, comunican las demás viviendas con el Bulevar y la Calle La Cruz, dibujando una capilaridad que da acceso solo peatonal a viviendas.
La propuesta de Caracas Reactiva, “La Lucha 1958: Catálogo de Propuestas para un Relato Urbano en Progreso”, implementada en conjunto con Fundación Espacio, promueve la movilidad peatonal en el Bulevar El Carmen, con el objetivo de convertirlo en el principal espacio de entretenimiento y encuentro de la comunidad. Para ello, se insertaron elementos de mobiliario urbano y paisaje, así como también dispositivos de iluminación a lo largo del bulevar. Adicionalmente, “La Lucha 1958…” también recrea la avenida Sanatorio del Ávila como un nuevo espacio de encuentros, con áreas deportivas para ser utilizadas durante determinadas horas del día, utilizando los muros ciegos de las industrias de la avenida como soporte para empotrar mobiliarios urbanos que se usan como equipos de entrenamiento físico. Esto aporta un sentido de identidad a los pequeños negocios que interactúan con los ususrios y le dan vida al espacio de la calle, calificado.
Para la implementación de La Lucha 1958, se organizaron una serie de talleres de herrería para la construcción de los prototipos de los dispositivos propuestos. Posteriormente, un herrero de la zona fabricó el mobiliario y materos urbanas a partir de los modelos ensayados en los talleres. Finalmente, un techo precario frente al U. E. E. María Angélica Lusinchi fue sustituido por una cubierta ligera con dos capas de materiales (una pérgola plástica y la otra de palos de madera), brindan sombra en un segmento de la calle que ofrece la oportunidad de ser utilizado por los niños de la escuela o los vecinos en actividades colectivas.
Es importante resaltar que la alianza con instituciones como Gran Cine y El Bus TV ha permitido desarrollar otras lecturas sobre el espacio colectivo de uso público de La Lucha. Han demostrado los diferentes usos que puede tener el Bulevar, a partir de programas o actividades que lo acompañen. La proyección de películas en el lugar y el anuncio de las noticias desde los balcones, han tenido gran receptividad por parte de los vecinos. Asimismo, la incorporación de los materos ha permitido la percepción de un ambiente sombreado y grato, que ha promovido el volcamiento de la comunidad al espacio central del bulevar y a la socialización de sus usuarios.
La Lucha 1958, en busca de promover mejoras en la calidad de los espacios colectivos de encuentro público y social, propone la recuperación del Bulevar El Carmen mediante la incorporación de distintos elementos urbanos que equipen la zona, con el objetivo de convertirlo en el principal espacio de desahogo, entretenimiento y encuentro de la comunidad. Para ello, el equipo Ciudad Reactiva propuso la reinterpretación del Arco de Entrada mediante la repetición de una estructura metálica a lo largo del bulevar, fortaleciendo y consolidando el arco como el símbolo de identificación de la comunidad de La Lucha. Esta estructura a su vez permitiría el apoyo de dispositivos de iluminación urbana.
Dada la inesperada condición de la pandemia, se realizó una reevaluación de este elemento con la comunidad, tras lo cual se hizo evidente entre otras, la dificultad para obtener permisos de los dueños de las casas en donde se propondrían los apoyos para dichas estructuras. De esta manera, Fundación Espacio y Ciudad Reactiva reajustaron la escala del proyecto, y la ubicación de la propuesta a un solo punto con menor dificultad en las reacciones particulares de cada habitante del bulevar. Así, se propuso y desarrolló una nueva cubierta frente a la U. E. E. María Angélica Lusinchi, utilizando la esencia de la estructura diseñada originalmente y convirtiéndose en un prototipo de los arcos originalmente diseñados en el bulevar.
El reemplazo del techo precario frente a la U. E. E. María Angélica Lusinchi fue la oportunidad para mejorar el frente de la escuela, así como también la consolidación de un remate visual para el Bulevar. La estructura está compuesta por una fundación superficial de concreto, a partir de la cual se apoyan cuatro columnas metálicas que sostienen las cerchas construidas con cabillas. Uno de los lados del techo está fijado a la estructura de la escuela, construyendo una pérgola hacia el espacio interno de la misma, mientras que el otro lado del techo se proyecta en volado hacia el Bulevar, cubriendo aproximadamente 20 m2. La cubierta plástica se complementa con una pergola de elementos de madera (palos de escoba) en su cara inferior, creando un juego de luces tamizadas y sombras geométricas, permitiendo proteger de la lluvia y el sol el área frente a la escuela.
La cubierta incluye dos elementos adicionales que complementan la propuesta: por una parte, la identificación de la institución, denotando el nombre de la escuela, y una pequeña pizarra para los anuncios de las actividades de la comunidad; y finalmente, asientos construidos a partir de las fundaciones de las columnas del techo. Esto humaniza el espacio y brinda la oportunidad de que sea aprovechado especialmente por los niños de la institución y del resto del sector.
La propuesta de Ciudad Reactiva para la C08 Comunidad La Lucha, se centró principalmente en la revitalización del Bulevar El Carmen, espacio central de carácter colectivo y público de la comunidad. Esto exigió un plan de reubicación de los vehículos estacionados a diario frente a las viviendas, con el fin de insertar elementos de mobiliario urbano y paisaje, complementando y mejorando las condiciones existentes del espacio, así como también la capacitación de miembros de la comunidad interesados en colaborar con la fabricación de dichos elementos.
Fundación Espacio junto al equipo ganador, organizaron una serie de talleres de herrería para la ejecución de los dispositivos propuestos. Este taller aseguraría la participación de la comunidad, así como el aprendizaje de conceptos básicos de cada oficio. Las actividades previas a este taller incluyeron asambleas comunitarias para mostrar y discutir la propuesta, el establecimiento de metodología de trabajo junto con docentes, coordinación de grupos de talleres con líderes comunitarios y manejo de permisos con representantes comunitarios para instalar mobiliario urbano y realizar los talleres.
Los talleres se realizaron los sábados y cada sesión enseñó la construcción de un prototipo de los materos urbanos. A los talleres acudían herreros, albañiles y personas interesadas, mientras que los transeúntes de forma espontánea se sumaban a la actividad. Los elementos a construir fueron discutidos y rediseñados durante las sesiones, dando como resultado prototipos de los materos para ser replicados en el futuro.
Con la pandemia y la necesidad de guardar los protocolos de seguridad en La Lucha, el herrero Sandy Rodríguez lideró la construcción del mobiliario urbano, tomando como referencia los prototipos realizados en los talleres. La ubicación y fijación de los materos con diversas especies vegetales a lo largo del Bulevar, motivó la salida de los vehículos que se estacionaban en el lugar, que constituía una de las problemáticas más importantes en el sector. Adicionalmente, se fomentó la participación de cada vecino en la selección y compromiso de cuido de la planta en su frente. Actualmente, el bulevar se encuentra despejado de carros casi en su totalidad, por lo cual las actividades recreativas y comerciales ocurren ahora con mayor libertad y comodidad; es motivo de encuentros fortuitos, conversaciones y disfrute de la expansión espacial de sus viviendas.