El Sueño de Catuche

C01 COMUNIDAD CATUCHE
Equipo: Urban Laboro

La Pastora, Municipio Libertador

IMPLEMENTACIÓN

La propuesta  “El Sueño de Catuche “resulta ganadora del Concurso de Proyectos Participativos CCScity450 Comunidades, convocatoria realizada en el 2019 por Fundación Espacio, en el marco del proyecto CCScity450. Parte del equipo de Urban Laboro estuvo conformado por los arquitectos Florinda Amaya, Carlos Magdaleno, Gladys Bejarano, Harold Pacheco, Miguel Feijoo, la biólogo Esmeralda Blanco, y el ingeniero paisajista Enrique Blanco. Para la implementación del proyecto se contó el apoyo de los artistas plásticos Mechi de Tulio y Samuel Baroni, en dos murales, la colaboración de numerosos aliados, entre los cuales destacan las alianzas académicas con Universidad Simón Bolívar, Universidad Central de Venezuela, y la Universidad Católica Andrés Bello, la organización religiosa Fe y Alegría, la organización civil ASOCICA y el apoyo de la Alcaldía Libertador.

 

PROYECTO

La C01 Comunidad Catuche se desarrolla en sentido norte-sur a lo largo de los terrenos laterales de la Quebrada Catuche. El barrio asciende la topografía escarpada y discurre paralelamente a la Calle Real de Puerta Caracas, vinculada al Camino Viejo de Los Españoles, conectándolo con la plaza La Pastora y la Iglesia de La Divina Pastora. Ha sufrido los embates de tragedias naturales, entre ellas la vaguada de 1999, que ocasionó graves pérdidas humanas y de infraestructuras físicas, pero genera la posibilidad de apertura de los bordes de la quebrada a espacios compartidos.

La propuesta El Sueño de Catuche, ideada por el equipo Urban Laboro, e implementada en conjunto con Fundación Espacio, propone la recuperación del corredor La Ribereña mediante la ocupación de áreas vulnerables al borde de la quebrada Catuche con componentes construidos y paisajísticos. El proyecto busca es consolidar este corredor como espacio público y eje estructurante y protector del cauce de la quebrada, así como también lugar de encuentro para promover prácticas sociales, recreativas y de convivencia.

El Sueño de Catuche se implementó en el sector comprendido entre el sector Portillo y La Quinta, en el cual destacan una serie de espacios con características y oportunidades particulares, la presencia de 2 centros sociales de Fe y Alegría, la Quinta, la Ceiba, la capilla y los puentes que conectan las dos riberas de la quebrada. La presencia de una vegetación ancestral conformada por todo tipo de especies, resaltando los árboles de gran porte -la ceiba, el mijao, el cedro-, constituyen el marco paisajístico históricamente valioso que vincula la ciudad al Ávila.

La implementación en el corredor La Ribereña, parte del conector y articulador principal para los habitantes y usuarios del sector, pretende consolidar su potencial como espacio público mediante la construcción de tramos del corredor con diferentes tipologías de adoquines y pavimentos presentes en los cuatro ámbitos de intervención, así como también la construcción de escaleras y rampas a lo largo de La Ribereña. Esto conlleva al mejoramiento de las conexiones con los sectores de La Pastora y Sabana del Blanco, y al reconocimiento de los talentos locales para el desarrollo de elementos constructivos replicables dentro y fuera del sector.

El componente paisajístico de esta propuesta reconoce el potencial productivo y estético presentes en C01 Comunidad Catuche, así como también la importancia de la protección de áreas en riesgo geológico cercanas al cauce de la quebrada. Siembras de talud, superficies verdes verticales, huertos comunitarios y parques infantiles figuran como parte de las estrategias que aprovechan las oportunidades ambientales del sector, y buscan generar conciencia ambiental e histórica sobre la gestión colectiva de los espacios públicos de La Ribereña.

El Sueño de Catuche se presentó el domingo 15 de diciembre con un evento organizado por la comunidad y Fundación Espacio en conmemoración de los 20 años de la tragedia de Catuche

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MAPA Y SECTOR

ELEMENTOS DE LA IMPLEMENTACIÓN

El proyecto “El Sueño de Catuche” parte de la necesidad de acondicionar como espacio público los terrenos del borde de la quebrada, que originalmente albergaron estructuras que fueron arrasadas durante la tragedia de 1999. El equipo interdisciplinario Urban Laboro, elabora esta propuesta con el objetivo de consolidar un paseo a lo largo del curso de agua con una zona de circulación peatonal y vehicular a modo de vereda con el nombre de “ La Ribereña”,  que vincula pequeños espacios abiertos de uso público a lo largo de su extensión, desde “Portillo” hasta “La Quinta” en su primer segmento de desarrollo.

 

A lo largo de la historia de Catuche, el acceso a partir de la esquina de Portillo -la calle que se extiende desde el lateral este de la Iglesia de La Pastora en sentido norte-, se ha identificado como el acceso al sector Portillo. La propuesta “El Sueño de Catuche” queda definido en el extremo final de la calle que parte de la esquina de Portillo. Este espacio, marca la transición entre la calle formal, una escalera -que se vincula a un puente que cruza la quebrada- y la vereda a nivel de la calle a lo largo de la quebrada Catuche en sentido norte. La presencia de las sedes de las instituciones vinculadas a Fe y Alegría en los accesos a la comunidad, es una situación reiterativa a lo largo de Catuche; en el caso de la entrada de Portillo, es la Casa Comunal de Portillo.

La entrada al sector Portillo, se define por una zona pavimentada con adoquines artesanales un banco semicircular vaciado en concreto y una zona con un techo ligero de madera. La visión de la calle se cierra contra esta pequeña plazoleta que recubre las fachadas inacabadas de algunas viviendas de la comunidad, con un enrejado que permite que enredaderas floridas escalen y cubran las paredes que cierran el espacio visualmente y enmarcan el acceso a la vereda “La Ribereña”. Pequeños recodos van completando la continuidad de la propuesta, como una pared cubierta de piedras que enmarca un nicho destinado para una imagen religiosa, que la comunidad seleccionó para acompañar a los caminantes, el Portal del Nazareno.

Durante la construcción de la entrada de Portillo fue donde se iniciaron las pruebas y la aplicación de todas las técnicas y soluciones constructivas del proyecto “El Sueño de Catuche”, entre las cuales destacan la producción de los adoquines artesanales colocados en segmentos a lo largo del paseo La Ribereña, con la aspiración de completarlo en el tiempo en su totalidad. En esencia, “La Entrada de Portillo” marca el acceso al barrio, con el lenguaje constructivo que se replicará en el resto del sector.

 

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Un segundo espacio urbano en el sistema de espacios públicos propuestos en el proyecto “El Sueño de Catuche” es el Jardín de las Piedras.  Como testimonio de la tragedia natural de 1999, unas rocas de grandes dimensiones quedaron al borde de la quebrada Catuche, y se mantuvieron desde entonces hasta la actualidad como testimonio de la dimensión y de la fuerza de la naturaleza, con lo cual se convirtieron en un hito referencial en el trayecto de “La Ribereña”, lleno de significados para la comunidad que vivió los derribos de la vaguada.

El equipo Urban Laboro, respetando los deseos de los vecinos de Catuche, decidió incluir en su propuesta un jardín de piedras, como un lugar contemplativo, de memoria colectiva y de reflexión, el cual se mimetiza con paisaje del lugar. Sin embargo, un nuevo elemento exógeno le dio en un significado renovado al lugar, la presencia de seis tipos distintos de flores y la siembra de dos araguaneyes, que aseguran de alguna manera la presencia de colorido durante todo el año y la belleza como gratuidad merecida por todos, les proporciona mensajes positivos y esperanzadores.

El componente paisajístico de esta propuesta reconoce el potencial productivo y estético presentes en Catuche, así como también la importancia de la protección de áreas en riesgo geológico cercanas al cauce de la quebrada. Esto se materializó a través de las siembras sobre el talud y de la incorporación de geotextiles estructurales, ambas prácticas amigables con  el entorno de Catuche. Las riberas de la quebrada fueron sembradas con especies vegetales de raíces profundas, como las que posee el vetiver, ayudando a crear una red entrecruzada de raíces que ayudan a la estabilización del terreno en talud de una manera orgánica y efectiva, acompañada de vegetación baja (yucas de hojas verdes y moradas); y también de frutales para proveer de frutos comestibles tanto a humanos como a aves de paso.

Cercano al pequeño jardín de rocas, se encuentra una toma de agua de carácter público. La toma quedaba fuera de servicio con frecuencia debido a las diferencias de nivel y la poca presión con la cual llega el agua desde afuera del barrio. Por tal motivo, la comunidad de Catuche se organizó para construir una toma de agua alterna, situándola en cotas topográficas más bajas -que la de la Ribereña, de manera tal de poder prescindir de la presión del agua para poder obtenerla, para lo cual, se formalizó un sendero en escalera, realizado con losetas de concreto prefabricadas por la propia comunidad.

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El acceso al Puente Colorado fue una de las intervenciones de mayor envergadura dentro de la propuesta del proyecto “El Sueño de Catuche”. Con la recuperación de Puente Colorado se consolidó una de las conexiones transversales más importantes del sector, pues éste es el elemento conector entre Sabana del Blanco y La Pastora, pasando a través de la quebrada Catuche. Alrededor de 150 personas transitan por ese tramo diariamente para ir a instituciones educativas, organizaciones religiosas y centros de salud.

El equipo Urban Laboro tomó en cuenta los riesgos que implicaba la consolidación de Puente Colorado en el sector, pues al rehabilitarlo se estarían fortaleciendo las relaciones transversales y el paso peatonal por este sector, con un cuerpo de agua cuyo nivel puede aumentar y representar un riesgo para la comunidad. Tomando en cuenta esto y de la mano con la comunidad, se aplicaron operaciones de control de riesgo, entre las cuales destacan la siembra de talud en el área de incidencia de Puente Colorado con aproximadamente 200 m2 de geotextil con especies vegetales de raíces profundas, que ayudan a estabilizar el terreno, así como también plantas frutales como el aguacate y la guanábana, que establecen un límite para evitar la construcción de nuevas casas al borde de la quebrada. Así mismo, se construyó una torrentera, un canal de grandes dimensiones, que canaliza el agua de lluvia que pasa por las escaleras y veredas de la comunidad vinculadas al puente, con el objetivo de evitar posibles daños a las operaciones de siembra.

La recuperación de Puente Colorado se potenció gracias a su incorporación al “Paseo La Ribereña”, la cual implicó, no solo el mejoramiento del puente, sino también sus accesos y espacios aledaños. En este sentido, el Puente Colorado se encuentra ubicado en una cota inferior al bulevar peatonal del paseo, motivo por el cual su acceso se planteó una rampa que desciende hasta el nivel del puente y un pequeño muro de contención utilizando como materia prima las piedras de tamaño mediano de la quebrada Catuche. Esto representó el aprovechamiento consciente de los recursos locales presentes en la comunidad, tanto naturales como humanos.

Adicionalmente, en el bulevar peatonal se consolidó un pequeño espacio de estancia frente al Puente Colorado denominado por la comunidad como “el abuelódromo”, dado la cantidad de usuarios frecuentes de la tercera edad. Éste se realizó con las nuevas técnicas constructivas aplicadas en la Entrada de Portillo e incorporó los adoquines producidos por la comunidad, otorgándole a este espacio un nuevo lenguaje tectónico con un significado afectivo diferente. El fondo de esta pequeña plazoleta (dos bancos enfrentados entre muros en “u”), posee una malla metálica, por la que se espera que crezcan las enredaderas con flores sembradas en los bordes de este espacio. Otro espacio cercano al Puente se dedicó para la conformación de un huerto comunitario, donde se sembraron ajíes dulces y tomates, con el objetivo de evaluar el comportamiento de proyectos y programas de agricultura y emprendimientos comunitarios. Este proyecto continúa en desarrollo, sin embargo, el espacio ganó la vocación como plataforma de siembras.

La rehabilitación de Puente Colorado ha sido una de las intervenciones con mayor impacto en Catuche, debido a que a partir de estas operaciones se reforzó la estructura, la estabilidad y los accesos del puente, permitiendo el paso simultáneo de un mayor número de personas y simbólicamente se rescata el deseo y el derecho a estar conectado incorporándose de una manera mas fácil a otras partes de la ciudad. Actualmente, los vecinos constatan que el número de personas que pasaban por Puente Colorado y el sector ha aumentado, lo cual ha traído consigo beneficios notables para la comunidad, estar incorporados a las rutas de la ciudad.

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El Parque La Quinta es el último espacio urbano desarrollado en el nuevo sistema de espacios públicos entre Portillo y La Quinta. La propuesta El Sueño de Catuche, se ubica en la vereda que conecta Puente Colorado con el Centro Comunitario La Quinta (de Fe y Alegría), en un pequeño espacio entre dos casas existentes del lado de la quebrada, justo en el punto donde un a descomunal ceiba permanece en pie desde hace cientos de años, visible en la impresionante dimensión de su tallo tanto en ancho como en alto. Este parque, significa una victoria para la comunidad que formalmente logró que un espacio entre dos casas se transformara de lote de vivienda en lote para parque. Por su condición de riesgo de inundación y como ya ha ocurrido en ocasiones previas, los bordes de la quebrada deben ser destinados para usos no-residenciales. Es por ello, que el equipo Urban Laboro propone la ocupación de aquellos espacios sin actividad y los dota con programas comunitarios para prevenir la nueva construcción de viviendas y prevenir posibles desgracias. Para el caso de ese espacio y para prevenir la construcción de una vivienda, la comunidad y el equipo ganador tomaron la decisión de construir un parque de bolsillo para los niños de la comunidad.

En el Parque La Quinta está presente el mismo lenguaje y técnicas constructivas aplicadas previamente los otros sectores del “Paseo La Ribereña”, adaptándolo a la escala del espacio. Para la estabilización del terreno del parque se realizaron obras de canalización de aguas y drenajes bajo el suelo, los cuales redireccionan las aguas de lluvia hacia la quebrada, con el objetivo de mitigar los riesgos de inundación y deslizamiento. Sobre éste y cubriendo las tuberías, el suelo del parque se cubre con adoquines horadados -hechos por la propia comunidad-, los cuales permiten que el césped crezca a través de ellos. Los bordes del parque se encuentran delimitados por una rejilla que se espera que la vegetación la cubra de verde y de flores, con el paso del tiempo. Así mismo, se diseñó y se planteó la infraestructura y el equipamiento recreativo destinados para hacer de aquel espacio un lugar donde los niños que asisten al Centro Comunitario La Quinta y aquellos que pertenecen a la comunidad pudieran convertirlo en un lugar de recreo.

El Parque La Quinta se distingue de los demás componentes de El Sueño de Catuche al ser gestionado por el Centro Comunitario La Quinta, con el objetivo de que la institución lo mantenga y cuide de la manera más eficaz posible. Se espera que en el futuro la comunidad y el Centro Comunitario La Quinta modifiquen o incorporen elementos según sus necesidades y adaptándolo a las dinámicas locales.

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