Paisajes recortados

Equipo: Central-CCS450

Paisajes recortados

Stefan Gzyl - Arquitecto
Jose Antonio Guinand - Arquitecto
Gabriel Fossi - Arquitecto
Paola Murcia - Arquitecto
Sofia Paz - Arquitecto
Pedro Tortello - Estudiante de Arquitectura

 

PAISAJES RECORTADOS

 

El concurso se enmarca en una celebración de la ciudad. Toda celebración es un evento, y todo evento es temporal, efímero. En términos espaciales/urbanos, el evento tiene la capacidad de dislocar, alterar nuestra manera habitual de relacionarnos con el lugar en que ocurre. El evento tiene una duración finita, pero sus consecuencias y su recuerdo pueden perdurar en el tiempo. Nos aproximamos al concurso con esto en mente, a partir de intervenciones que, como eventos, disloquen o alteren positivamente nuestro modo habitual de relacionarnos unos con otros y con la ciudad, como una invitación a proponer antes que resolver, a hacer visibles oportunidades no aprovechadas que puedan convertirse en cambios permanentes, como una ocasión para acortar la distancia que separa la ciudad que tenemos de la ciudad que queremos.

 

Paisajes recortados

Nuestra propuesta para Ciudad Verde se inserta en un lugar esencialmente de tránsito, un espacio marcado por la velocidad del andar o conducir, un lugar por el que se pasa mas no se permanece, al mismo tiempo un espacio límite entre situaciones contrastantes. A partir de esta lectura nuestra propuesta busca: 1) ofrecer un momento de pausa al peatón y 2) acercar espacios y paisajes que a pesar de su proximidad física parecieran pertenecer a realidades distintas: la avenida Miranda y las áreas verdes del CCC, que visualmente se extienden hasta el Ávila.

 

El proyecto recorta segmentos de un paisaje prohibido, inaccesible o distante y los presenta al usuario descontextualizados, una operación de dislocación que busca a su vez descolocar al peatón con respecto a su contexto inmediato, invitándolo a detenerse por un período corto de tiempo. Esta experiencia se construye en tres momentos, a partir de instalaciones que interactúan con el peatón y se insertan en el lugar sin interrumpir su funcionamiento. La primera es un periscopio que refleja el paisaje verde del Ávila y los campos a nivel de la acera de la Av. Miranda y los presenta aplanados, como un cuadro, al usuario. La segunda, también sobre la avenida, es una “torre de observación limitada” en la que una estructura elevada ofrece al peatón una plataforma para disfrutar de porciones de un paisaje verde lejano o distante. La tercera es una estructura que ocupa la esquina sur de la franja enrejada para generar un jardín temporal a partir del acto de rodear árboles existentes de este espacio prohibido, una operación que no aspira a reordenar lo existente sino tan solo recortarlo, separarlo temporalmente de su contexto y ofrecerlo al ciudadano como un paisaje íntimo y diáfano dentro de un entorno urbano complejo. En este caso se propone también eliminar la cerca que encierra este terreno en desuso y marcar todos los árboles existentes con una franja de pintura blanca que repite la altura del cerramiento del jardín, como una manera de continuar la experiencia del jardín hacia el resto del terreno. Planteamos que esta franja debe incorporarse a la ciudad. A través del registro de las dinámicas que generen y propongan los actores utilizando el jardín se podrá planificar el uso futuro de toda la franja.

 

A pesar de sus variantes de uso y dimensiones, las tres piezas se vinculan formal y constructivamente. Se proponen estructuras metálicas de fácil construcción, con cerramientos ligeros, cuyas partes puedan ser reusadas posteriormente.