Transformación Táctica de la Plaza O’Leary

Equipo: Contrapunto

Transformación Táctica de la Plaza O'Leary

María Estela - Urbanista
Stefanía Torrealba - Est. de Urbanismo
Beatriz Amundaray - Est. de Urbanismo
Mariangely Gutiérrez - Est. de Urbanismo

 

TRANSFORMACIÓN TÁCTICA DE LA PLAZA O’LEARY

 

Una rápida revisión al pilar informativo ubicado al oeste de la Plaza O’Leary nos revela que la es descrita por los entes gubernamentales que se encargan de su cuidado como «una de las principales ágoras de Caracas», es decir, un espacio para el encuentro e intercambio ciudadano; sin embargo, más que un reflejo de la realidad, consideramos que dicha descripción es más bien el deseo que se tiene para la plaza. Cumplir esta visión ha sido el enfoque de nuestra propuesta. El principal problema que detectamos al recorrer el área de estudio fue el del carácter de plaza contemplativa que tiene ésta debido a su configuración: todos sus lados están rodeados por vías de mínimo 3 carriles, y en ella confluyen un total de 5 avenidas, lo que le da un comportamiento de redoma más que de plaza. Esto, en conjunto con la falta de mobiliario destinado a los peatones dentro del espacio genera en el segundo problema: la falta de ocupación por parte de los ciudadanos, sean residentes como visitantes del sector. Lo se decidió entonces fue partir de estos obstáculos darle la prioridad a aquellas personas destinadas a hacer vida dentro del sector: los peatones.

 

Para esto, proponemos las siguientes medidas:

1.- Cierre de dos tramos viales para impedir el paso de vehículos motorizados: La Av. Sucre en sentido sur-norte y la Av- Oeste 6, ambas durante sus respectivas extensiones por la primera manzana al norte de la plaza O’Leary.
2.- Peatonalización de la calle de ambos tramos anteriormente mencionados para el mejoramiento del acceso a la plaza y la prolongación de sus actividades.
3.- Ubicación de masa vegetal temporal que comunica los espacios verdes de El Calvario y la plaza interna de la estación del metro Capitolio (ubicada en la primera manzana al norte de área de estudio) con la plaza, brindando además sombra al área adyacente destinada a diversas actividades ciudadanas.
4.- Ubicación de mobiliario ligero dentro de la plaza para facilitar su ocupación por los visitantes de ésta y las potenciales y distintas actividades recreativas realizadas tanto por ellos como para ellos. Con estas medidas, apuntamos a que la plaza O’Leary no sea considerada un ágora sólo en papel, sino también en la percepción de los caraqueños y de todos los visitantes que transiten por este hermoso espacio público, por ahora contemplativo, pero con el potencial para dejar de serlo.