La propuesta busca fortalecer las instituciones sociales del lugar (grupos vecinales y consejos comunales) como mecanismo de apropiación del espacio público. A partir de talleres de creación facilitadas a través de los recursos económicos brindados por este concurso como capital semilla para un proyecto con visión a largo plazo y de mayor escala. El objetivo es lograr la reforestación de la avenida como mediador social teniendo como una primera fase la creación de arte en muros ciegos y suelos de activadores urbanos (espacio público frente a edificios o lugares emblemáticos), y una segunda y tercera etapa para completar el desarrollo físico del proyecto en el tiempo.
Basándose en la memoria natural y la memoria social y urbana del lugar, el proyecto explota la carga simbólica que se ha ido añadiendo con el tiempo al lugar. Para ello, se busca cubrirlo con otros símbolos de expresión, diversidad e identidad. Usando el arte para representar plantas nativas, muros ciegos representan la vida en Caracas y sirven como catalizador de intervenciones urbanas en la avenida.
Este proceso inicia en los Incubadores Convivenciales, que cuestionan y complejizan el entendimiento del espacio público más allá de un lugar de recreación y ocio. Para ser un espacio de co-producción, aprendizaje y creación de identidad, a la vez que inspirador. El espacio público como se vive hoy en Caracas debe ser repensado en función de espacios internos que permitan el intercambio y la construcción de nuevos escenarios para la vida pública. En ese sentido, se propone la creación sistemática de dichos Incubadores Convivenciales’ para el desarrollo de talleres de arte que expresen nuestra venezolanidad a través del color, diversidad de nuestras especies vegetales, y la apropiación de la ciudad.
Proceso:
Para promover la sostenibilidad social y económica del proyecto la productividad y comercialización es vital. El fortalecimiento de nuestra la identidad a partir de piezas que nos pertenecen a todos y representan nuestra diversidad, permite utilizar recursos económicos de venezolanos afuera del país para soportar la creación de espacios públicos en esta parte de la ciudad –y en un futuro de otras-. Más concretamente, las ganancias de la venta irán destinadas a servir en los talleres, reforzar las instituciones comunitarias e invertir en mejoras del espacio público a través de proyectos tácticos de gran impacto y que respondan a una visión integral para la ciudad y la urbanización.