Con la convicción de abarcar cabalmente el ámbito en cuestión, se prefiguran dos etapas para la ejecución de la propuesta. La primera [lo táctico: un lugar], coincidirá con las expectativas y tiempos fijados al presente concurso, replanteando la accesibilidad que une peatonalmente la Av. Andrés Bello con la calle San Julián, dotándola de un área de estancia cubierta para consolidar las dinámicas político-sociales. Involucra el pavimento de acceso al Hospital Ortopédico Infantil y muros adyacentes. Lo táctico: un lugar será el artífice para la segunda etapa [lo participativo: un bulevar], donde se decidan sucesivas intervenciones. Lo participativo: un bulevar ampliará la acera derecha en sentido Sur-Norte de la calle mencionada bajo el concepto de bulevar, sobre el eje estación del metro – HOI, estimando: la arborización y disposición de estancias y módulos de atención / comercio / manejo de desechos. El valor del conjunto: HOI, Sede Fundación Polar y Jardín Infancia Luisa Goiticoa (JILG), es sumamente apreciado para el desarrollo de esta propuesta. El motivo generador se debe a la fachada del HOI, aunque la accesibilidad a este es el factor más relevante para la diagramación, por su factible cualidad múltiple, ante la condición de No Lugar hoy existente. Tal multifuncionalidad en dos categorías de la circulación vertical, configura el diseño: la prioritaria [rampa] como envolvente del recinto de modestas proporciones exponenciará el hecho social y razones de intercambio pues se abrirá hacia los locales en la calle San Julián, la general [escalera] tornándose en estancia-expectación disponiendo gradas y bancos. Lo plástico de los colores escogidos como atrayentes visuales de la circulación, realzarán además el carácter lúdico inherente al usuario vital del HOI. Una cubierta translucida como elemento protector del peatón ante la intemperie, garantizará la profusión del uso del espacio como lugar de congregación temporal, haciéndolo extensivo en horas nocturnas o de bajo transito, proliferar las actividades socioculturales se traducirá en menguar los índices de ocio y consecuentemente los delictivos. La resolución de la cubierta es inherente a la condición urbana buscada, así la intervención debate, tanto morfológica como materialmente con el entorno haciéndolo un espacio versátil que permita, por ejemplo, proyecciones audiovisuales. Connotación urbana a partir de la movilidad del usuario más vulnerable –sobre todo tratándose de una zona asistencial- la cual debe preponderar pese a la innegable impronta automotor, de allí la intención de amenizar la transitabilidad ‘a pie’ entre ambos extremos del ámbito. La importancia de la avenida Andrés Bello lleva a proponer un reductor de velocidad en la encrucijada que conecta directamente el flujo proveniente desde la rampa hasta el acceso al hospital, elevando el nivel del pavimento, en un tramo considerable, tomando en cuenta que servirá para conectar en el mismo tenor a los usuarios del JILG.
La consecución del espacio propuesto precisa la organización de actores instituciones públicos y privados con competencia en el lugar, un sinfín de ideas locales a corto plazo y metas realistas de bajo riesgo y alta recompensa. En cuanto a lo técnico se valdrá de sistemas de construcción estandarizados desarrollados consecutivamente: conformación del terreno, demolición de la circulación actual, levantamiento de seis pilares de altura variable que soportarán rampa y cubierta, vaciado de rampa unida a los antepechos sobre vigas en concreto, vaciado de escalera sobre el relleno en zona demolida, montaje de malla espacial (por tramos con sistema de poleas) de tubulares cilíndricos acerados sobre las planchas de los pilares, fijado de cubierta [laminas de fibra de vidrio translucidas]. La calzada de la avenida se elevará sobre el suelo compactado tratándola con adoquines, recubrimiento de muros con vegetación proponiendo una franja jardín en su base.