La idea es realizar una costura urbana desde el inicio hasta el final del sector en un territorio sobre bases previas que no consideraba ciertos espacios óptimos. La propuesta integra de manera análoga la vegetación a través de intervenciones de color reforzando la escala humana, incorpora las capillas que inciden en el peatón como huellas del pasado y toca espacios intersticiales donde se generan plaza pública, áreas de juego y se hacen presente los murales durante el recorrido afianzando así el sentido de identidad como elemento histórico que cuenta el lugar. La propuesta busca mejorar la cohesión de espacios de ocio y transito en espacios públicos con visión y función, mediante el arte y el color, que, por sus principios psicológicos, se utilizan como integradores sociales y buscan cohesionar una realidad social de pertenencia e identidad por asociaciones directas de color y de forma.